comedyzooEl domingo día 18 de octubre, fue el último día que Joaquín Reyes visitaba la sala grande del Club Capitol. Pero como ha agotado completamente las entradas de estos días que ha estado haciéndonos reír con tonterías tan grandes, pues va a volver. Será en noviembre, concretamente del día 19 al 22.

De esta manera podrá contentar a los que se han quedado sin saber qué nos ha contado esta vez en su monólogo, y es que este Joaquín, se enrolla hablando cerca de una hora y quince minutos que se hacen verdaderamente cortos.

No quiero contar mucho sobre el argumento, tan solo decir que trae humor «fino y a veces gordo». Hace gala de sus dotes de cómico más que nunca, ya que tan solo se vale del micrófono, un taburete y un par de botellas de agua.

Nos cuenta cosas de su infancia, el colegio, sus series de televisión favoritas, las vacaciones… o alguna ida de «ollaaar» de las suyas como cuando un día que intentó «transmitir mensajes mentales» a la gente en los vagones del metro de Madrid.

La verdad es que no le hace falta nada que le ayude en su afán de hacer reír al público, ya que se vale por si mismo. Tan solo poniendo una de sus caras, como en el cartel por ejemplo, ya te partes de risa.

Para acabar el número nos dio una grata sorpresa que no será revelada, así que hay que ir a verlo para averiguar de que se trata!

Joaquin Reyes

Si queréis saber más cosas sobre él, los compañeros que tiene a cual más «cachondote» y sobre su programa Muchachada-Nui seguid el enlace a continuación:

Página Oficial Muchachada-Nui

Como muestra del humor absurdo e hilarante de estos manchegos, pongo el enlace de un vídeo de su anterior programa en Paramount Comedy, La Hora Chanante:

Ernesto Sevilla, Abel Granados, Joaquín Reyes, Elena Díaz

El hilo argumental del monólogo era la vida del cómico (la infancia, el colegio, sus series de televisión favoritas, las vacaciones), pero el hilo era fino, fino, así que las digresiones podían acabar rememorando aquella noche en que Anne Igartiburu se le apareció «en la renegror» y, vestida con «traje de mucho vuelo», le ofreció un viaje a Marina d’Or; comparando el «pecho palomo» de David Hasselhoff en Los vigilantes de la playa con el de Joan Laporta, «al que no le cabe Catalunya dentro de ese pecho henchido que tiene»; o adviertiendo de sus dosis paranormales un día que intentó «transmitir mensajes mentales» a la gente en los vagones de la línea 7 del metro de Madrid, de Hospital del Henares a Pitis.
La algazara en el patio de butacas llegó al delirio en los bises, cuando Reyes cantó su viejo hit Hijo de puta –muy popular en los tiempos de La hora chanante– en una descacharrante versión en catalán.